Hace unos meses, estaba soñando que me encontraba combatiendo entre llamas a un grupo de fantasmas. Estaba con Liza, mi pareja, pero ella se había acobardado, cedido bajo la presión de la tarea y me había abandonado a mi suerte.

En la parte más emocionante del sueño, me despiertan a sacudidas. Veo a una persona de avanzada edad, unos 80 años, pero apenas me despierto, sale corriendo del cuarto. No lo pude seguir. El ventilador de pie se estaba prendiendo fuego y sacaba muchísimo humo. Enseguida abrí todas las ventanas e insistí para que Liza se despertara. Saqué el ventilador del cuarto (estaba hirviendo), y traté de despertar a las gatas… sin éxito. Pero estaban bien.

Cuando por fin todo estuvo resuelto, me puse a pensar en esta persona que me había despertado. Obviamente no la encontre por ningun lado, pero me quede despierto porque estaba un poco mareado, mientras que Liza había vuelto a la cama. Mi primera conclusión, era la más obvia. Esa persona era yo mismo pero 50 años en el futuro y la razón por la que había vuelto era para salvar la vida de Liza, ya que el sueño se volvía realidad y la habitación terminaba en llamas porque el ventilador se prendía fuego. Pero la descarté de inmediato. Desde que tengo 10 años, tengo en mi cabeza una clave que no le pienso decir nunca a nadie. Una clave que solo me guardo para que, cuando tenga que viajar en el tiempo al pasado, me la pueda decir a mi mismo y así, no me queden dudas de la veracidad de mi persona. Si esa persona que me visitó, hubiera sido yo, hubiera usado esa oportunidad para decirme la clave.

En la frustración de no poder volver a dormir, sentado en la cocina, recordé un episodio que me hizo darme cuenta que cualquier interacción puede tener grandes repercusiones en el futuro. Unos años antes, me encontré en la calle con una mujer de unos 40 y pocos años que intentó sacarme conversación. Me preguntó si me gustaban los videojuegos y yo le pregunté si nos conocíamos. Recuerdo que se parecía muchiiiisimo a una tía de mi mamá que vivía en Coronda, pero que para ese entonces, ya había fallecido. Balbuceó un poco, pero me dijo que no. También me contó que se llamaba Lidia o Frida y que nunca había conocido a su padre. Así, solemne: “Yo nunca conocí a mi padre…”. Yo exale un “ahhhhhh…” muy largo y me fui caminando lentamente. Terminé volviendo a mi casa por un camino totalmente distinto del planeado.

Si no me hubiese despertado ese viajero, no importa si no era yo, Liza se podría haber asfixiado con el humo del ventilador o peor, consumirse en llamas. Aunque, pensándolo bien, ella duerme del lado de la puerta…siempre puede escapar primero. Y si esta persona no había vuelto a salvarle la vida a Liza? Si ella escapaba de las llamas, como en mi sueño? Y si había vuelto a salvarme a mí? solo había una persona que podía tener razones para volver en el tiempo a salvarme la vida. “Yo nunca conocí a mi padre…” La respuesta me pego en la cara de repente. Otra de mis reglas para viajar en el tiempo es evitar volver antes del día de tu concepción, podría ser riesgoso. Corrí de la cocina a al cuarto, prendí la luz, desperté a Liza, la miré a los ojos y le dije

- Liza, estás embarazada!

Una semana después el test dio positivo. Tengo razones para creer, que es una nena…